Resulta que el abogado de Carlos Fernández no consiguió explicar ni mucho menos reprimir otras acusaciones dirigidas a su cliente y por lo tanto Carlos Fernández fue condenado a veinte años de prisión. Las pruebas contra él fueron demasiado graves para ponerlo en libertad. Lo único que le queda es apelar y buscar a otras pruebas que confirman su inocencia. Lo que me resulta difícil de creer es que no le hayan registrado ningunas cámaras en el viaje de negocios en el que supuestamente estaba durante el asesinato de su madre y con tantos testigos, el juez decidió creer a un testigo cuyo nombre ni siquiera conocemos.
A mí parecer, el verdadero culpable todavía está por allí, suelto riéndose de todos nosotros. Yo me ocuparé de encontrarlo. Primero, ayudaré a una persona inocente evitar la peor pesadilla de su vida, es decir, la cárcel. Segundo, Carlos Fernández prometió un premio bastante grande al que encuentre el asesino de su madre y no os voy a mentir, necesito ese dinero para poder pagar mis deudas...
Lo primero que voy a hacer es hablar de nuevo con las personas de las que sospeché al principio, es decir con la sastre, el profesor, el apotecario, la viuda y el nieto para ver si ahora querrán cambiar algo de lo que me han dicho antes.
Para mi sorpresa, cuando llegué a casa, los sospechosos ya me estaban esperando. No lo vais a creer pero me dijeron que no creían que era Carlos Fernández el asesino de doña Fernández y que querían proponerme un trato que satisface los intereses de todos nosotros. Resulta que quieren ayudarme a resolver este acertijo a cambio de una parte de dinero que nos dará Carlos Fernández.
źródło: grafika google
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