¡por fin llegó el día de mi soirée!
los primeros invitados llegaron a mi casa alrededor de las ocho de la tarde, entre ellos estaban el profesor Damiano Martin Fontalva, la sastre Monica Juliana Cortez, el apotecario Carlos Rodriquez y la viuda María Carmen del Bosque. Sólo faltaba Antonio - el nieto de Doña Fernández
El profesor era un hombre bastante joven, fuerte y de mediana estatura. Era risueno, inteligente, algo nervioso e inquieto, pero muy muy creativo. Al principio no les cae bien a muchas personas pero un poco más tarde todos terminan por cogerle cariño. Además, parece ser una caja de sorpresas, ya que siempre te sorprende con algo, por ejemplo con que sabe tocar la gaita porque aprendió mientras estaba de intercambio en Perú.
Mónica Juliana era muy guapa, bastante delgada y muy alta. Los hombres la adoraban, sin embargo las mujeres la odiaban. Era una persona ambiciosa y triunfadora que siempre iba a por todas!
El apoteario, por otro lado, era un hombre introvertido, tranquilo y callado. La gente pasaba de él en cualquier situación, como si no estuviera...
la viuda - una bocazas, si le cuentas algo, todo el pueblo va a saber el próximo día...
y el nieto de Doña Fernández sigue siendo un enigma, aunque he escuchado mucho sobre él, todavía no lo he podido comprobar
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