Llevo tres semanas en esta isla y ya empiezo a echar de menos mi tierra natal, la riqueza de nuestra cocina, el esplendor artístico de las calles por las que tanto me gusta pasear... bueno, voy a parar de quejarme ya que hay cosas en esta isla de las que estoy enamorado. La gente es tan simpática y abierta que si pudiera me sentaría con ellos todos los días para beber cañas y bailar hasta las tantas.
Sin embargo, queridos míos, estoy aquí por una razón de
máxima importancia - y no se trata de la exibición del arte que os mencioné la
semana pasada.
La verdadera razón por la que estoy aquí es
porque un tal Rodriquez me contrató para descubrir quién mató a doña Lola
Ramiro Fernandez de la Concha. Doña Fernandez fue una viejecita de unos 80 años
y fue matada en su propia casa durante una de sus fiestas tan famosas que
organizaba el último sábado de cada mes. La policía se dio por vencida y
abandonó las investigaciones, pero su sobrino no ha podido superar la muerte de
su querida tía y decidió contratarme para que descubriera quién está detrás de todo esto...
Hasta la próxima, amigos míos.
aquí está mi casita:
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